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PROFESIÓN PERPETUA EN MÉXICO -H. MARCIA REYES-

31 marzo, 2011

El día 26 de marzo, profesó perpetuamente la H. Marcia Reyes Salazar. Un gran acontecimiento para la Iglesia, la Congregación, la Provincia, su familia y pueblo de Pipioltepec- Valle de Bravo- (México). Asisten las hermanas de las comunidades de México, hermanas de su comunidad de Fray Martin de Porres en El Salvador, la Priora provincial y consejeras.

La ceremonia fue de gran solemnidad; todo estaba preparado desde mucho tiempo atrás para que no faltara ningún detalle, y así fue. Presidió la Eucaristía el P. Marco Antonio, anterior párroco de Pipiol, y más de 1000 personas asistieron a la misma.

Comienza a las 4.00 pm la procesión desde la casa de H. Marcia hacia el lugar de la celebración -contiguo al templo parroquial-, acompañando las imágenes de las comunidades que pertenecen a la parroquia con multitud de gente. Un momento de fiesta y de alegría para todo el pueblo.

Antes de iniciar la Eucaristía, la H. Marcia, con sus padres y las hermanas de la Provincia que la acompañaban, entra en el templo para hacer un momento de oración ante el Señor; momento que el párroco invita a que participen todos los asistentes a la ceremonia que están en el lugar preparado para la misma. Un gran silencio hace entender que todos estábamos orando, bien dentro de la iglesia, como fuera.

Finalizado este acto, inicia la Eucaristía. En manos de la Priora provincial, H. Zoila Flores, la H. Marcia hace su consagración definitiva al Señor como Dominica de la Anunciata. La liturgia estuvo sumamente cuidada, haciendo énfasis en cada uno de los momentos más significativos de la ceremonia -postración en el canto de las letanías, acto de la profesión, entrega del anillo, bendición, cada una de las ofrendas-. El P. Marco Antonio, en su homilía animó a la H. Marcia a seguir confiando en el Señor, aprovechando la ocasión para invitar a las jóvenes que estaban presentes a tener a Jesús como centro de su vida, y cómo no, capaces de seguirlo como Marcia estaba respondiendo en ese momento.

La fiesta se prolongó con una cena para todos los asistentes. Es importante destacar que todo lo que supuso la parte de logística de la ceremonia, fue participación de todo el pueblo, desde la decoración del lugar de la ceremonia, las flores, la comida. Fue una fiesta religiosa y familiar de todo el pueblo y sus alrededores.

Agradecemos al Señor todo lo que supuso este gran día y, desde esta página le deseamos a la H. Marcia siga respondiendo cada día al Señor desde la generosidad de la entrega, en la labor encomendada, en esta gran familia que es la Anunciata.