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Se ha editado el PLAN GENERAL DE FORMACIÓN de la Congregación, fruto del trabajo delicado de revisión, análisis, actualización.

Plan de Formación que rige para toda la Congregación, con las adaptaciones propias en cada Provincia y Vicariato.

Dice la Priora general en la Presentación del Documento:

“Esto de estar bien arreglado el noviciado

es el punto más interesado del Instituto”

(Padre Coll. Proyecto de Constituciones, 1885)

En versión actual podemos decir: esto de estar bien arreglada la Formación es el punto más interesado de la Congregación. La formación la entendemos como un proceso continuo que va de las etapas iniciales hasta la última etapa de nuestra vida. Es un proceso en el que, en alianza de amor con Dios, nos vamos modelando de acuerdo a la imagen de su Hijo: “El nos eligió antes de crear el mundo, para que estuviéramos consagrados y sin defecto a sus ojos por el amor; destinándonos ya entonces a ser adoptados por hijos suyos por medio de Jesucristo” (Ef 1, 4-5).

Nuestras Constituciones dedican siete capítulos (V-XI) a la Formación, señalando los Principios que la rigen, objetivos de cada una de las etapas, contenidos generales y responsables de la animación de cada etapa. Todo ello debe organizarse en un Plan General, aprobado por la priora general y su consejo y ser revisado periódicamente. Corresponde a las Provincias y vicariato adaptarlo a su situación particular.

Han pasado muchos años desde la publicación del Plan General de Formación del año 1979. El rostro de la Congregación se ha hecho más universal, el mundo se ha globalizado, la visión del mundo ha cambiado de centro, se han multiplicado las posibilidades en todos los órdenes y también los desafíos que como Dominicas de la Anunciata debemos enfrentar desde nuestro ser y quehacer. Urge dar las respuestas audaces y adecuadas que la misión nos reclama allí donde estamos.

Desde la Delegación de Formación y con la participación de hermanas implicadas directamente en la formación de las distintas etapas y responsables provinciales y del Vicariato se ha ido elaborando el presente Plan General, que revisado y aprobado por el consejo general, tengo el gozo de presentarlo a la Congregación como un instrumento pedagógico adecuado para ayudarnos en la progresiva configuración con Cristo, hasta alcanzar la plenitud de ser mujeres nuevas, para un mundo nuevo; mujeres Dominicas de la Anunciata enraizadas en el Evangelio y en el Carisma dominicano que el Padre Coll nos confirió y las Hermanas hemos ido viviendo y transmitiendo de generación en generación; mujeres educadoras, evangelizadoras en el hoy de nuestra historia; mujeres solidarias, comprometidas con las personas y situaciones que nos solicitan, siempre en comunión con la Iglesia.

Que dirigidas por el Espíritu de Dios, al tiempo que avanzamos en edad, como Jesús de Nazaret crezcamos en Sabiduría y Gracia delante de Dios y de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.