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  El día 4 de enero de 2020 nos encontramos las hermanas capitulares de la nueva Provincia Rosa Santa Eugenia en la casa madre de Vic para dar comienzo al I Capítulo Provincial.

  A nuestra llegada, la Priora General y las hermanas de la comunidad, nos acogieron en la que será, por unos días, nuestra casa y nos repartieron las llaves de las habitaciones entre saludos y la alegría de los reencuentros.

  Después de la cena, nos convocó en la sala capitular H. Ana Belén Verísimo, para darnos la bienvenida y decirnos que estábamos llamadas a escribir una nueva página de la historia de la Congregación y de la vida de la iglesia. A la vez, nos hizo una llamada a sentirnos en Comunión con la Provincia de Santa Rosa que está celebrando también su Capítulo Provincial.

  Tras la bienvenida, quiso darnos orientaciones prácticas para el desarrollo y nos invitó a acoger estos días como una gracia, una oportunidad para la oración, reflexión y profundización en la pluralidad, desde el misterio de la Encarnación que estos días estamos celebrando.

  Los tres días de espiritualidad nos acompaña Fray Jesús Díaz Sariego OP. hermano dominico, que nos aporta una visión experimentada de las reflexiones de la Vida Religiosa en este momento y del proceso de la unificación que ha vivido personalmente en la consolidación de la provincia de Hispania.

 Dar nombre a la Provincia significa darle rostro. El nombre Rosa Santaeugenia enriquece el carisma de San Francisco Coll, le aporta una función, le orienta a la misión.

  El lema inspirador del capítulo es: “Abrazar el futuro con esperanza, ser anuncio, testimonio y profecía”. El recorrido de estos días de espiritualidad estará basado en el lema y nos irá marcando el camino a recorrer para dar a luz a un nuevo nacimiento. Servirá para poner las bases y dar solidez, actualidad y fundamento a la nueva Provincia, para acogerla con alegría, apertura y esperanza.

  Abrazar –nos decía Fray Jesús- es estrechar una realidad con afecto, abarcar poniendo límites, priorizar, comprender, sin tener del todo claro aquello que está por venir. Tiene mucho de pasión, de confianza, de empatía, genera vínculos.

Abrazar el futuro con esperanza conforme a nuestro carisma, implica que “hay que morir a lo que hace morir, para vivir a lo que hace vivir”. En caso contrario no hay nacimiento.

Desde la experiencia de que algo nuevo está brotando, Fray Jesús, nos alentaba desde la decisión de unificación tomada, porque así el Espíritu podrá llevar adelante su obra.

Los próximos días, irá dando contenido a la segunda parte del lema: “ser TESTIMONIO, ANUNCIO y PROFECÍA”.

• Anuncio como necesidad de recuperar el Kerigma.
• Testimonio como equilibrio entre el vivir y el hacer.
• Profecía: La misión ha de ser profética. Acercamiento a la realidad con frescura, con flexibilidad, aportando otra mirada.

HH. Rosa Pérez y Loli Virgel