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MENSAJE FINAL DE REPAM SOBRE EL SÍNODO AMAZÓNICO

26 octubre, 2019

LA ESPERANZA EN ESTA NAVEGACIÓN POR LAS AGUAS DEL RÍO SINODAL
AMAZÓNICO: FUENTE DE VIDA, CONVERSIÓN Y ORIENTACIÓN HACIA NUEVOS
CAMINOS PARA LA IGLESIA Y ANTE UN MUNDO EN CRISIS SOCIOAMBIENTAL
Sínodo Especial para la Región Amazónica. Roma, Octubre de 2019

I.- Nuestra esperanza en el Cristo encarnado en la Amazonía y Sus nuevos caminos:

La experiencia de conversión eclesial traída por la “periferia” de la Amazonía y de sus pueblos, ha producido el camino de novedad Sinodal que SIGUE y que está todavía en proceso, ayudando al centro a ser reformado. Por tanto, debemos trabajar intensamente, y juntos-as, para seguir navegando estas aguas vivas de la diversidad cultural y del compromiso de cuidar nuestra casa común para crear un mejor mañana (el Reino por el que Cristo nos llama a trabajar) en medio de una Amazonía y un mundo que siguen en llamas materiales y existenciales por la injusticia y el deseo de acumulación. Es tiempo de cambiar, el tiempo es ahora y será por la vía de la sinodalidad.

II.- El camino de nuestra navegación:

1.La experiencia de conversión, es decir el ser transformados por y hacia la Amazonía como territorio vivo y diverso, y por y hacia sus pueblos y comunidades, es al mismo tiempo la manera en que Dios mismo nos va mostrando el camino por el cual debemos ir como Iglesia al servicio de la vida. Confiar en que Dios camina con nosotros, que está y ha estado presente en este proceso, y nos invita a ser verdaderos co-creadores de nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral.

2. El camino es algo permanente y es un proceso continuo (no termina). Este Sínodo es ya una experiencia inédita de caminar juntos y ha transformado a la Iglesia desde los dones de la periferia, antes considerada indeseable, que llegan al centro ayudándole en su propio proceso permanente de reforma en marcha. Una conversión real liderada por el Papa Francisco y que hoy es irrenunciable, para ser más una Iglesia que está en salida misionera, que dialoga con los otros diversos en plano de respeto e igualdad, una que se afirma como una voz ética, mártir y profética ante la crisis socioambiental sin precedentes, y una que toma posición como el propio Jesús del lado de los que han sido considerados descartables y que hoy ilustran los Nuevo caminos.

3. El Sínodo ha tenido diversas fases que son como los diversos afluentes, o ríos tributarios, que se van integrando poco a poco al majestuoso, tumultuoso e imparable Amazonas que es fuente de vida en el corazón de la Iglesia y del mundo, reconociendo:

A) el origen histórico del Sínodo que se descubre evidente en el camino desde el Concilio Vaticano II en el que somos una Iglesia que en su seguimiento de Cristo se abre, progresiva pero irrenunciablemente, al mundo y a sus gritos y esperanzas, haciendo una opción firme para ser signo de vida y hermana de camino para la realidad del mundo de hoy. Un Iglesia siempre en reforma.

B) el camino del Magisterio de la Iglesia en América Latina (Medellín 1968; Puebla 1979; Santo Domingo 1992; Aparecida 2007), que ha hecho una opción preferencial por los pobres, por el diálogo con las culturas, por el reconocimiento de su llamado a evangelizar en el respeto de las identidades e iluminando la presencia de Dios ya viva y vigente en los pueblos, y en su definición de caminos de discipulado misionero con una opción y preferencia por la Amazonía como territorio socio-cultural y sus pueblos y comunidades. Una Iglesia que descubre su vocación y misión desde la vida de los pueblos y en su propio camino.

C) Los testimonios de innumerables mujeres y hombres mártires de la Amazonía que muestran la fuerza viva del camino de entrega para ser semillas que se siembran en el corazón de los pueblos, en la opción por la justicia, y siendo vida y vida en abundancia para ellos. En este mismo sentido, tantos profetas, los conocidos y los anónimos-as, que han entregado su vida y que la entregan desde sus opciones particulares, institucionales, en red, y desde su ser laicos-laicas, misioneros-as, religiosos-as, sacerdotes, obispos, y tantos más que han abierto el corazón para dar vida a este acontecimiento sinodal. Estos testimonios seguirán siendo los que lleven adelante este proceso más allá de este momento coyuntural, y muy importante, de Asamblea. (…)

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Fuente de la noticia: redamazonica