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XXV CAPÍTULO GENERALDÍAS DE ESPIRITUALIDAD

DEL 11 AL 15 DE JULIO

La Casa Madre se ha vestido de fiesta para recibir a las Hermanas Capitulares que, tal como estaba previsto, fueron llegando el día 10 de julio por la tarde: la Sala ambientada con el Padre Coll, año bicentenario: que no se apague su luz. Carteles de bienvenida; en el patio las banderas de los países ondeando; el altar del Padre Coll con las cintas y velas de los 20 países de presencia; las habitaciones, los detalles, las hermanas encargadas de la acogida, todo estuvo a punto.

Después de la cena, nos reunimos en la que será Sala Capitular. La H. Mª Natividad Martínez, priora general, dirigió unas palabras de Bienvenida a las Hermanas Capitulares, iniciando con un texto del evangelio de Marcos: Venid, retirémonos a un lugar desierto para que descanséis un poco, pues eran muchos los que iban y venían y no tenían tiempo ni para comer.

Hizo alusión a la Casa Madre, lugar emblemático de la Congregación, como Tienda del Encuentro a la que venimos a buscar entre todas la voluntad de Dios para la Congregación.

Deseó que estos días de espiritualidad, recogimiento, oración y reflexión nos ayuden a la preparación interior. Hizo mención a la Palabra de Dios que escucharemos estos días: nos va a sumergir en la dinámica de acercamiento al Señor para experimentar su amor, y del envío para anunciar esta Buena Noticia. Dinámica mística y profética, contemplativa y evangelizadora.

Terminó diciendo: Abramos nuestro corazón y nuestra mente al Espíritu de Dios a quien toda la Congregación estamos invocando desde la convocatoria del Capítulo.A continuación, se comentaron algunos aspectos referentes a la organización: horario, servicios, liturgia, y con el rezo de Completas finalizó la reunión.

Del día 11 al 15, Días de Espiritualidad. El Padre César Valero Bajo, dominico, es quien ha orientado la reflexión. Fue trazando algunas pistas sobre la realidad del Capítulo general, definiéndolo como extraordinario momento de Gracia y como tiempo para la libertad de corazón, de espíritu, de mente.

Pistas que ha ido entretejiendo con el desafío de la evangelización en nuestro tiempo, en este momento histórico que nos toca vivir en las diversas realidades en donde estamos. Cuál es la urgencia de la evangelización?, decía: Hacer memoria viva, rotunda y elocuente de Cristo Jesús.

Habló de la FE y cómo ésta nos exige adentrarnos en el misterio trinitario: necesitamos hacer experiencia de la paternidad divina; tener un conocimiento existencial, vital, de lo que Jesús aporta a nuestra vida, el sentido; vivir en el Espíritu que es fuente de libertad para seguir los pasos del Señor.

Toda la exposición haciendo referencia al lema propuesto ya en la reflexión precapitular: Una Anunciata renacida para una evangelización audaz.

Componente fundamental para la misión evangelizadora: la COMPASIÓN, predicada y vivida. La definió de una manera bella. Reclama de nosotros: mirada positiva hacia el ser humano; desterrar el juicio duro; amor en la debilidad del pecador.

Otro componente, que es más bien el punto de partida: toda nuestra misión evangelizadora ha de estar focalizada hacia la extensión del Reino de Dios. El último de los temas fue la PREDICACIÓN.

Han sido días muy buenos de reflexión serena, vividos en ambiente de oración. La liturgia es sobria, pero muy solemne, todo ayuda: la Iglesia de la Casa Madre, la presencia latente de San Francisco Coll, los cantos de las HH. Capitulares, el órgano, la voz y la mano directora de la H. Mª Ángeles Figuls. Oración y liturgia en la que estáis presentes todas las Hermanas de la Congregación.