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COSTA DE MARFIL: ENTRADA AL NOVICIADO

19 agosto, 2015

El sábado 15 de agosto de 2015 quedará desde ahora gravado en la memoria de 5 jóvenes que han dado un paso más en la Congregación con el acto que marca        su entrada al noviciado. Se trata de: Irène Agbo, Joséphine Abona, Juliette Mukasayaka,  Marceline Fifame  y Tania Deh.

Para este acontecimiento se preparó  una sencilla pero bonita celebración, en la que tomaron parte las hermanas que están en misión en Costa de Marfil y la Superiora del Vicariato.

A lo largo de dicha celebración se sucedieron palabras que se  hacían eco de nuestra adhesión a la voluntad de Dios, al deseo de un abandono total a su          iniciativa y  a su obra.  Después de haberles entregado la cruz y el misal de cada día, la Superiora del Vicariato insistió en las actitudes y la disposición de corazón que una novia debe  desarrollar a lo largo del noviciado para que este tiempo no sea  infecundo.  Las nuevas novicias expresaron verbalmente  su consentimiento y pidieron la ayuda y el apoyo de las hermanas mayores.

Con mucha alegría y emoción ellas nos ofrecen sus impresiones:

TANIA: alegría y confianza en Aquel que me llama, son los sentimientos que me invaden en este día tan especial de mi entrada al noviciado. Pido al Señor para que El me dé  la gracia de la perseverancia.

MARCELLINE: ¡Cómo  no bendecir al Señor en este 15 de agosto: la Asunción de la Virgen María y también  el día de mi entrada al noviciado!  ¡Grande es mi alegría! Que El me  dé la fuerza para el resto del camino.

JOSEPHINE: En este día tan especial en el que yo he entrado al noviciado, no tengo otra cosa que decir a Dios que no sea esta sencilla oración: “Señor, tú me has llamado, heme aquí, me abandono en tus manos, que se haga tu voluntad”.

JULIETTE: En este 15 de agosto, el Señor ha querido unirnos a nuestra Madre para que hagamos nuestra entrada al noviciado. Yo he estado muy feliz y he pedido al Señor que acabe lo que tan  bien  ha empezado en mi vida.

IRENE: En este día, la Virgen María es elevada al cielo. Mis hermanas bendicen al Señor conmigo  por esta nueva etapa de mi vida. Le digo al Señor que no soy digna si no es por la gracia que me acompaña. La fiesta fue muy bonita y estoy muy contenta.