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COMENTARIO SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACION DEL SEÑOR

25 marzo, 2021

Hoy toda la Iglesia católica celebra la Solemnidad de la Anunciación del Señor. Una gran fiesta de la Iglesia. Y para nosotras, Dominicas de la Anunciata, esta festividad es de gran importancia ya que nos recuerda nuestra espiritualidad y carisma, es decir, encarnar el Verbo en este mundo tanto en palabras como en obras. Pero, ¿Qué implica o nos pide esta misión de encarnar el Verbo?

En primer lugar, creo que debemos reflexionar siempre sobre el misterio de la Anunciación del Señor de donde brotó nuestra espiritualidad y carisma. ¿Qué nos dice constantemente este misterio? Permítanme compartir con ustedes algunos puntos importantes que podemos aprender del Evangelio de hoy, de los protagonistas de esta historia salvífica: Dios, el mensajero de Dios y María. 

  1. Dios toma la iniciativa

Dios, en su gran amor y misericordia por la humanidad, tomó la iniciativa de salvar la división entre él y la humanidad debido a los pecados. Prometió a su pueblo un Mesías, un Salvador, un Redentor. Dios cumplió Su promesa a través de María, quien fue el primer agente/instrumento de la realización del plan de salvación. Pero la salvación amaneció en la tierra no a través de la magia. Pasó por un proceso muy humano. Dios envió a su mensajero, el ángel Gabriel, para llevar Su mensaje a María. «En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a un pueblo de Galilea… a una virgen llamada María». Dios eligió a María para ser instrumento en la realización de Su plan de salvación para toda la humanidad. Eligió a María no porque sea un Dios utilitario. Eligió a María por Su iniciativa pura de compartir Su obra salvífica con la humanidad, primero a través de María.

Por lo tanto, preguntémonos, como Dios siempre toma la iniciativa para llegar a nosotras, Su pueblo, ¿nosotros también tomamos la iniciativa para llegar a Él? Dios siempre toma la iniciativa de compartirnos Su obra creadora y salvífica, ¿tomamos también nosotros la iniciativa de colaborar con Dios en la realización de Su obra creadora y salvífica para toda la humanidad? Nuestro Dios es un Dios que siempre toma la iniciativa, y como fue creado a su imagen y semejanza, ¿somos personas de iniciativa como nuestro Creador?  

  1. Arcángel Gabriel – Mensajero de Alegría y la Gracia

Lo que podemos aprender del Arcángel Gabriel, que también es muy importante en nuestra vida como seguidores de Cristo, es ser una mensajera alegre que lleva la Buena Noticia a otros con un espíritu y una disposición de alegría. «Fue enviado a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, a una Virgen llamada María… Él le dijo:» ¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!» ¿Cómo podemos decir estas mismas palabras a otras personas especialmente las que atraviesan dificultades en la vida? ¿Cómo podemos decirles a los que sufren, que se regocijen, ‘alégrate, el Señor está con ustedes’? ¿Cómo podemos ser verdaderamente mensajeros y mensajeras de alegría y gracia para las personas en todos los ámbitos de la vida? ¿Nuestras palabras y acciones traen alegría a las personas o todo lo contrario?

Somos predicadores de la Palabra y del Amor de Dios. Y como predicadores de la Palabra y del Amor de Dios, nosotros también somos mensajeros de gozo y de gracia para los demás porque la Palabra de Dios es alegría y Su amor es gracia. La alegría es la esencia misma de nuestra predicación y de nuestra vida de predicación. Y la gracia es el contenido de nuestra predicación.  

  1. El FIAT de María

Como seguidores de Jesucristo, somos llamados a ser como Su Madre María, a ser personas de fe y con gran pasión por Dios, por la obra de Dios y por la humanidad. El FIAT de María nos enseña lo siguiente:

F – elicidad de hacer la obra de Dios y colaborar generosamente en Sus Planes por la humanidad

I – nteriorizar la Palabra de Dios y traducirlo en nuestra vida día a día

A – nimada por el Espíritu, anunciamos y compartimos la Buena Noticia con gran alegría

T – odo Tuyo, mi Señor – la entrega total a Dios

El FIAT de María, “Hágase en mi según tu palabra.”, es una respuesta de una persona de fe que tiene una gran pasión por Dios y por la obra de Dios para la humanidad. Por tanto, pidamos siempre a María que nos ayude a ser como ella.

Hna. Frela C. Saing, OP

Cdad. Padre Coll – San Carlos, Filipinas

Provincia San Raimundo de Peñafort