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COMENTARIO DEL DÍA 19 DE MARZO DE 2021

16 marzo, 2021

En este tiempo cuaresmal, la iglesia nos invita a celebrar la Solemnidad de San José, esposo de la virgen María, hombre justo y fiel, a quien Dios le dio un papel central en la historia de salvación.

“Tu casa y tu reino durarán eternamente”

 Dios muestra su amor misericordioso y gratuito a Abraham y  a David, les promete asegurar la descendencia de cada uno y cuidar de ella, como un padre cuida de su hijo. Solo les pide tener fe, ser fieles y confiar en su gracia. ESPERAR CONTRA TODA ESPERANZA. Lo que Dios pide a Abraham, a David, es lo mismo que nos pide a todos, FE. Una fe que significa confianza y entrega total a Dios.

A la luz de estas lecturas nos preguntamos…

  • ¿Qué muros debo derribar para que la gracia de Dios actúe en mi vida?
  • En este tiempo, que para muchos está cargado de incertidumbres, ¿soy signo de fe y esperanza para todos los que están en contacto conmigo?

El papa nos invita este año a centrar nuestra mirada en la persona de San José. Una figura extraordinaria, tan cercana a nuestra condición humana (Francisco, Patris corde). , tan cercana que necesariamente nos invita a pasar por la mente y el corazón el rostro de nuestro propio padre y la experiencia que tenemos de él.  Me permito destacar algunas cualidades de mi padre que me hace más cercano a San José.

Padre de ternura

Cuando mi padre, que también se llama José, llegaba del trabajo, nos buscaba para darnos un beso en la frente, contarnos algo del trabajo y hacernos algunas bromas. Siempre estaba pendiente de nuestras necesidades y no nos podía ver sufrir.

Pienso e imagino a San José abrazando cada día a Jesús, buscarlo para pasar un rato con él, decirle con una mirada tierna que lo amaba con todo el corazón. Y el día que sintió que lo perdía, durante la peregrinación a Jerusalén, seguramente lo buscó con mucha angustia. Esta parte del romance lo expresa así.

TRES DÍAS DE MUERTE
Jesús , al cumplir doce años,
quiso perderse en el Templo.
Susto de muerte, sin duda,
para sus padres, tan buenos.
Pienso en José, sin respiro,
las caravanas corriendo,
por las calles y las plazas,
por todos los recovecos

¿Habéis visto a mi Jesús?
¿Habéis visto a mi lucero?
Tiene la cara tan linda,
Tiene los ojos negros,
Tiene los cabellos largos,
tiene un no sé qué de cielo.
Retrato es de su madre,
Esta mujer que yo quiero

Y por fin , al tercer día,
ahí estaba en el Templo,
los padres “resucitaron”,
y el niño se fue con ellos.

Padre de la escucha

Recuerdo las reuniones infaltables del mes como familia, era momentos únicos donde cada uno podía expresar sus sueños, dudas, alegrías, certezas y errores. También había momentos de tensión por algunos temas que no eran fáciles de resolver y al final de cada encuentro, después de una larga escucha por parte de mis padres, ellos tomaban decisiones y nos daban algunas pautas para retomar el camino, confiaban en nosotros y eso nos permitía crecer en libertad.

José tuvo que escuchar a María, ese diálogo no fue fácil para ambos ; y para José , como lo  presenta la escritura, habrá generado mucha incertidumbre José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto”  Dios tuvo que intervenir , por medio del Ángel, para que comprendiera que lo que fue engendrado en María,  provenía del Espíritu Santo. Después de esta manifestación de Dios, José tomó una decisión, recibió a María como su esposa, retomó el compromiso asumido, porque él la amaba y todo amor verdadero es responsable. Obedeció a Dios diciendo SI a la paternidad. De este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente “ministro de salvación ” (Francisco, Patris corde, n 3)

Padre trabajador

Desde siempre recuerdo a mi padre trabajar, algunas veces no descansaba ni sábados ni domingos, todo por darnos lo mejor y vernos felices. ¡Le encanta su trabajo!

José carpintero, modelo de obrero, así lo conocemos. De él aprendió Jesús el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo. ( Patris Corde, n.6). ÉCarolinal nos enseña que el trabajo nos permite ser protagonistas y transformadores de la realidad.

Hoy más que nunca imploramos a San José por todos los que han perdido su fuente de trabajo a causa de esta pandemia.

«Glorioso patriarca san José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles,
ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad.
Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío,
para que tengan una buena solución.
Mi amado Padre, toda mi confianza está puesta en ti.
Que no se diga que te haya invocado en vano y,
como puedes hacer todo con Jesús y María,
muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder.
Amén».

Hna. Carolina Giménez. OP