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COMENTARIO AL IV DOMINGO DE CUARESMA CICLO B

9 marzo, 2021

2 Crónicas 36, 14-16. 19-23
Sl 136, 1-2. 3. 4-5. 6
Efesios 2, 4-10
Juan 3, 14-21

 El cuarto domingo de Cuaresma es un domingo de alegría, porque se acerca la fiesta de la Pascua. Las lecturas propuestas para nuestra meditación nos presentan el gran proyecto del amor de Dios por toda la humanidad: «Llevar la salvación a todos los hombres”. La primera lectura muestra la infidelidad del pueblo de Dios que lo llevó al exilio.

Pero Dios permanece eternamente fiel a su promesa, aunque los hombres no dejen de traicionarlo, porque es rico en misericordia, nos dice san Pablo en la segunda lectura: «Por el gran amor con el que nos amó a los que estábamos muertos, como resultado de nuestras faltas, nos dio vida con Cristo” ¡Gracias a Cristo, los muertos encuentran la vida!

Por eso san Juan en su Evangelio nos invita a volver la mirada llena de amor, fe y confianza hacia Cristo levantado en la cruz. Él es el único que puede salvarnos.

El autor sagrado alude a la elevación de la serpiente de bronce que salvó al pueblo de Israel en el desierto, presagiando así la elevación de Cristo en la cruz para salvar a todos los hombres con la única condición de creer en él. «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que obtenga la vida eterna. «

Debemos esforzarnos todos los días, especialmente en este tiempo de Cuaresma, por contemplar a Cristo en la cruz para tomar conciencia del amor con el que el Padre nos ama y el precio que pagó su Hijo para salvarnos. No nos quedemos indiferentes al amor de Dios por cada uno de nosotros. Este amor que le hizo no rechazarnos su Hijo unigénito.

Somos propiedad divina, caminamos en su luz, huimos de las obras de las tinieblas. Seamos cristianos convencidos, capaces de desafiar al mundo que busca construirse sin Dios, que corre un gran riesgo. Tomemos en serio las palabras de Jesús: “Sin mí no podéis hacer nada. «Jn 15,5 Que nosotros, a lo largo de nuestra vida, en particular en este momento fuerte, fijemos la mirada de la fe en Cristo crucificado, fuente de nuestra salvación.

Hna. Priscille UWIZEYIMANA,

Comunidad de KOMBISSIRI en BURKINA- FASO