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COMENTARIO AL EVANGELIO IV DOMINGO DE PASCUA CICLO C 2022

3 mayo, 2022

1ª Lectura Hch 13, 14. 43-52
2ª Lectura Ap 7,9. 14b-17
Evangelio Jn 10, 27-30

En la primera lectura Hechos de los apóstoles 13,14. 43-52 vemos que, como era costumbre, el sábado Pablo y Bernabé predicaban la Palabra de Dios en la sinagoga y muchos les seguían. Esto indignaba a los judíos, y todavía más cuando los apóstoles dijeron que debían anunciar la Buena Noticia también a las naciones paganas. Estos se llenaron de alegría. Según el plan de Dios, anunciado en las profecías (Is 49, 6), es a todo el mundo que los Apóstoles de Cristo han de llevar la Buena Nueva de salvación, a pesar de que tengan que sufrir a causa de la incredulidad de los judíos.

Nuestra tarea es demostrar, con hechos más que con palabras, que la Buena Nueva de Jesús no es ajena a ninguna situación del ser humano. La palabra de Jesús congrega, llama la atención, atrae. Esto nos indica que debemos aprovechar todas las oportunidades que tenemos a nuestro alcance para anunciar esta Buena Noticia con nuestras palabras, en el obrar. Acercándonos a los que nos puedan necesitar, a los más débiles…

En la segunda lectura, Ap 7,9. 14b-17, el vidente del Apocalipsis nos presenta una visión de la asamblea litúrgica de los elegidos. En la gloria del cielo están todos los que, bautizados con la sangre del cordero, han superado la prueba de la fe. Comparten para siempre el triunfo del Pastor que lleva su rebaño a beber en las aguas vivas del Espíritu…

Nos manifiesta también que la alianza del pueblo de Dios en la Iglesia no se hace por criterios de raza, de cultura o de clase. Su elemento de cohesión es la fe. Es la certeza común de la profunda fe la que nos une a todos los cristianos. Incitados por ella, debemos prestar escucha a la Palabra de Dios que nos interpela y nos compromete a responder, con un compromiso íntegro, en la construcción de un mundo en donde reine el amor que nos ha de conducir, confiados, a las fuentes en donde brota el agua de la vida.

En el Evangelio Jn 10, 27-30. Verdadera identidad de Jesús: Doy vida eterna a mis ovejas porque soy uno con el Padre. Él y el Padre son uno. Uno que significa unidad, reflejo e imagen de la unidad que tenemos que vivir entre nosotros. Los hijos con los padres, los padres entre sí, los hermanos, los amigos, los enemigos, los que no conozco…

Se nos presenta al Señor como el Buen Pastor. Como la puerta por la que han de pasar las ovejas y como el pastor que da su vida por las ovejas. Éstas han de adoptar una triple actitud en referencia a su pastor como respuesta al cuidado que tiene por ellas: tendrán fe en aquel que las ama, darán fruto en aquel que es su vida y pondrán toda su confianza en aquel que las guarda.

El encuentro con Jesús, el fiarnos de sus palabras, nos ayuda a revisar nuestra vida, a profundizar en lo que somos y en lo que hacemos. Nos invita a todos a seguirle desde la vida cotidiana, desde la actividad a la que nos dedicamos, desde lo que sabemos hacer. Creer en Él es saber que nunca se aparta de nosotros y somos aceptados y queridos aunque a veces, por no confiar plenamente en Él nos sintamos inaceptables.

Es conveniente recordar con frecuencia las muchas veces que Jesús repite: “No temas”, según los expertos 365 veces. A pesar de todo, a menudo siento todavía temores y miedos. Animo a todos y todas a que no perdamos de vista las palabras de Jesús: “No temas, yo estoy contigo”.

                                                                       Hna. Teresa Soldevila

                                            Provincia San Raimundo de Peñafort