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COMENTARIO AL EVANGELIO – DOMINGO DE RESURRECCIÓN 2023

8 abril, 2023

Este es el día del triunfo del Señor, ¡Aleluya!

Celebramos hoy uno de los mayores acontecimientos en la historia de la humanidad y que da sentido a la fe que profesamos. La vida, el amor, la entrega ha triunfado sobre la muerte. ¡Alegrémonos hermanos! Porque Cristo nuestro hermano ha resucitado.

Las lecturas de este domingo nos encaminan a ser testigos del amor más entrañable de Dios para la humanidad. Ser testigos es el privilegio que todos los creyentes tenemos, porque desde la fe experimentamos a este Dios tan humano que decide quedarse con nosotros. Hemos realizado el camino de la cruz, hemos acompañado a Jesús en uno de los momentos más definitivos y ahora podemos celebrar con él y con la Iglesia, ¡Qué ha resucitado!

En el libro de los Hechos de los Apóstoles se reconoce el bien que Jesús ha hecho durante toda su vida y cómo en todo momento ha puesto a los demás en primer lugar, porque Dios estaba y está con él. Nosotros, los creyentes, somos testigos de ello y como ese amor tan grande por la humanidad lo llevó a entregar su vida en la cruz, pero también, que al Tercer día, Dios lo resucitó.

San Pablo en la carta a los Colosenses nos invita a tomar conciencia de que si creemos en la resurrección de Cristo hemos resucitado con él y por ello, debemos actuar conforme a esa experiencia y centrar nuestra mirada en la realización de la voluntad del Señor. Celebrar la pascua del Señor, significa actuar coherentemente, es decir, llevar a los demás con nuestra vida la novedad de Cristo resucitado aún en medio de la oscuridad del pecado.

Vemos en el Evangelio a María Magdalena, aquella a quién su deseo del encuentro con su Señor le permitió convertirse en la “Apóstol de los apóstoles”, urgida por anunciar a los demás algo que en primer momento ni ella misma comprendía, pero el impulso de su experiencia del Señor le llevó a anunciar a los demás y convertirse en la primera evangelizadora de la Buena Noticia de la Pascua. Humanamente, queremos comprobar todo lo que vemos, sin embargo, hoy el Señor nos vuelve a insistir que a Él no lo podemos comprobar, más sí, lo podemos experimentar y desde esa experiencia debemos partir para llevar el mensaje de buena noticia a los demás.

A través de la figura de María Magdalena podemos comprender lo relevante que es la mujer en la historia de la humanidad; en la vivencia de la fe, las mujeres fueron las primeras evangelizadoras. En el evangelio de la noche, son las mujeres las que acudieron al sepulcro, las que oyeron de labios del ángel la noticia “No está aquí, ha resucitado” y en el evangelio de hoy, es María Magdalena la que va al sepulcro, lo ve vacío, y corre a anunciarlo a los apóstoles.

Las mujeres por convicción no nos quedamos estáticas frente a una realidad, tratamos de buscar soluciones, de buscar las ayudas pertinentes, no callamos, porque ante todo tenemos la certeza que todo puede ir mejor. Que de la misma forma, desde nuestra propia realidad podamos anunciar a los demás nuestra experiencia de Cristo resucitado, que nos ha resucitado de todas nuestras pequeñeces y nos envía anunciar el amor a los demás.

Cristo resucitado llena nuestro corazón de regocijo para que podamos proclamar al mundo que el amor y la entrega triunfa sobre la muerte y el pecado. ¡Aleluya! ¡Cristo nuestro hermano ha resucitado!

Fraternalmente
H. Karen Lorena Ramírez Pineda
Provincia San Martín de Porres