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COMENTARIO AL EVANGELIO DOMINGO DE RAMOS 2022

5 abril, 2022

ENTRADA EN JERUSALEN
Lc 19,28

“Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo emprendió con valor su viaje a Jerusalén”
Faltan 5 días para la Pascua y Jesús voluntariamente emprende el camino que le llevará a culminar su obra en la tierra. “he venido a cumplir la voluntad de mi Padre..”

En el Evangelio de Juan encontramos el comienzo de esta entrada en Jerusalén de Jesús.

Él sabe que los judíos lo están buscando para apresarlo. Les molesta. Subleva a las multitudes con sus palabras, con sus obras, con sus milagros. Cada vez tiene más seguidores. Ha llegado el momento de deshacerse de Él. Y esto no era desconocido tampoco por los discípulos. De ahí que en el evangelio de Jn 11-ss cuando lo mandan llamar porque su amigo Lázaro está enfermo Jesús dirá que “…esta enfermedad no es de muerte sino para gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado” (Jn 11-4).

En un momento dado Jesús les dice a sus discípulos “Vamos otra vez a Jerusalén” y los discípulos le advierten del peligro que corre volviendo a Judea.

Todo el capítulo 11 de Jn nos narra el encuentro de Jesús con María y con Marta. Lázaro ha muerto. En casa de Lázaro se encontraban amigos de la familia que habían ido a consolar a las hermanas.

Jesús resucita a Lázaro y nos dice el evangelista “Muchos de los que habían venido a casa de María vieron lo que había hecho y creyeron en El, pero algunos se fueron a los fariseos y les dijeron lo que había hecho Jesús” (Jn 11,45-46)

Este era el momento esperado. Este es el momento en que comienza la preparación para encontrar a Jesús y apresarlo. Condenarlo.

He aquí que podemos afirmar cómo Jesús cumple voluntaria y libremente la misión que el Padre le ha confiado, al igual que nosotras por el voto de obediencia hacemos entrega total de nuestra propia voluntad.
En la Consagración de la Eucaristía el celebrante comienza diciendo “…su pasión voluntariamente aceptada” Jesús opta por el camino del AMOR sabiendo las consecuencias y pese a todo elige entregar su vida.

El pide a los discípulos que vayan a la aldea de enfrente y encontrarán un pollino. Nos puede llamar la atención que Jesús decida subir en un pollino. Sin embargo Él sabe el sentido de humildad, de mansedumbre y de paz que tiene el pollino en su pueblo judío.

La entrada de Jesús en Jerusalén es victoriosa, es triunfal y su sentido mesiánico es claro. Es aclamado como Rey. La muchedumbre con gran entusiasmo alaba a Dios. Gritan: «Bendito el que viene como rey , en nombre del Señor” “Paz en el cielo y gloria en lo alto”. ”Hosanna. Hosanna…” Muchos preguntaban: “¿Quién es este?” Jesús provoca desconcierto, sorpresa, perplejidad…

Ante esta manifestación los fariseos le aconsejan que reprenda a sus discípulos. Pero Jesús sabe que este momento de gloria es el comienzo de la plena realización de la voluntad de su Padre. Es el comienzo de la Pasión por la que será redimida la humanidad “…si ellos callasen gritarían las piedras” Si hubieran callado los discípulos habría gritado toda la naturaleza.

Estos gritos de «Hosanna, Hosanna…” dentro de 5 días se convertirán. En unos gritos muy diferentes «¡crucifícale! ¡crucifícale!. ¡Qué pronto un grito de alabanza se convierte en un grito de condena!
Sigue el versículo 41 de Lc 19 «Así que estuvo cerca al ver la ciudad lloró sobre ella diciendo «Si al menos en este día conocieras lo que hace a la paz tuya…” La tristeza de Jesús paralela a la ignorancia del Pueblo, al desconocimiento de lo que nos hace felices, al sin sentido de caminar en las tinieblas…

Podemos meditar el camino de Jesús desde su entrada voluntaria en Jerusalén hasta el momento de su oración en el Huerto de los Olivos. Jesús en este diálogo con el Padre tiene un momento de desfallecimiento ante el sufrimiento que va a vivir “Padre si quieres aparta de mí este cáliz” Y vuelve voluntariamente a aceptar el mandato de su Padre «…pero no se haga mi voluntad sino la tuya”. Lc 22,42 “Levantándose de la oración vino a los discípulos y los encontró adormilados.” Jesús se muestra humano en su divinidad. La flaqueza, La debilidad es propia del hombre, pero la oración fortalece, da vigor, prepara el corazón para la ENTREGA.

Esos discípulos que temían la suerte que pudiera sufrir su Maestro si volvía a Judea olvidan pronto ese peligro ante la acogida que ha tenido por parte de la muchedumbre al entrar en Jerusalén.

Entrada de Jerusalén…Un día de júbilo, de alegría. Jesús lleva a término su obra salvadora. No puede amarnos más, no puede perdonarnos más. Toda su vida es un AMÉN a la voluntad del Padre.
Terminemos esta reflexión con el salmo de la liturgia de esta solemnidad. Que este salmo sea para nosotros un momento en que podamos aclamar a Jesús recordando su entrada gloriosa en Jerusalén.

Salmo 46
Pueblos, todos, batid palmas
Aclamad a Dios con gritos de júbilo
Porque el Señor es sublime y terrible,
Emperador de toda la Tierra.
Dios asciende entre aclamaciones
El Señor al son de trompetas:
Tocad para Dios, tocad,
Tocad para nuestro Rey, tocad…

Hna. Mª Teresa Báguena Martí O.P.