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COMENTARIO AL EVANGELIO DEL XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

6 septiembre, 2020

Mt 18, 15-20

 El Evangelio de este domingo 23 de durante el año nos sitúa en el corazón del Evangelio de Mateo.

En tiempos de Cristo y ahora, Jesús, da mucha importancia a lo que va a ser su comunidad: “donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo”. Varias veces Jesús da a sus discípulos criterios y consignas para su actuación en comunidad.

El pasaje de hoy sobre la corrección fraterna ofrece también afirmaciones sobre la responsabilidad de toda la comunidad, “que ata y desata”, que “ora en común” y que es el primer lugar de la presencia del Señor: “donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo”.

La primera admonición de no difundir el mal que pueda hacer nuestro hermano, sino avisarlo personalmente, o con otros dos o tres, o la comunidad reunida, es la fuerza de la unidad y de la verdad, donde Dios nos da su Espíritu y este Espíritu nos infunde una fuerza especial para transformar situaciones y tocar el corazón de las personas. Por encima de todo está la libertad humana, la nuestra y la de los demás, no se puede forzar cuando el otro no acepta la acción de Dios en su vida.

Todo lo que atareis en la tierra, quedará atado en el cielo y todo lo que desatareis en la tierra quedará desatado en el cielo, Jesús nos invita a hacer su camino de encarnación, su camino humano en el que se va manifestando la acción del Espíritu de Dios y esto comporta unir el cielo y la tierra.

Cuando en el Padre nuestro oramos que se haga su voluntad aquí en la tierra como en el cielo, es porque sabemos que eso es posible, porque hemos recibido un Espíritu que nos hace decir: ¡Abbá! ¡Padre! Que nos abre a la acción providente y amorosa del Padre del Cielo y el Padre del Cielo ve la presencia de su Hijo presente entre nosotros como una manifestación, como un arca de la Alianza como lo fue Maria que llevó la presencia de su Hijo a nuestro mundo y a nuestro tiempo.

Este pasaje del Evangelio de hoy nos invita a la responsabilidad de construir comunidades donde reine el amor, la sinceridad, la verdad, la justicia, la prudencia, la amabilidad. Que nuestras revisiones de vida sean constructoras de fraternidad y que nuestras comunidades se vean fortalecidas por la aceptación y la estima de las unas por las otras.

Hna. Montserrat Font

Provincia San Raimundo de Peñafort

Fuente de la imagen: Qumran