COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 8 DE DICIEMBRE DE 2022 SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Primera lectura: Génesis 3, 9-15. 20
Salmo: 97, 1. 2-3ab. 3c-4
Segunda lectura: Efesios 1, 3-6. 11-12
Evangelio: Lucas 1, 26-38
Nos encontramos en tiempo de Adviento, camino hacia la Navidad. La Liturgia de este día nos invita a festejar a María, madre de Jesús y madre nuestra. Él nos la ofreció desde la cruz “ahí tienes a tu hijo, ahí tienes a tu madre” (Cf. Jo 19,26).
En el capítulo 3 del Génesis nos presenta el inicio de la Historia de Salvación que Dios ofrece desde el principio a toda la humanidad. Yavé-Dios regala un Hermoso paraíso a Adán y Eva para que vivan en él y lo disfruten. A la vez les pide una libre obediencia y responsabilidad.
Ya conocemos la historia de las escusas para justificar sus actos engañosos e irresponsables, son los otros que me ofrecen mejoras para ser más, para superar mi estatus y llegar a ser “como Dios”. Y… la historia de escusas y justificaciones se sigue repitiendo: los otros son los culpables.
Pero, Dios se hace cargo; nos ha hecho humanos y está a nuestro lado para que superemos nuestro miedo a dar la cara y reconocer nuestras equivocaciones. “Dios nos ha destinado, en la persona de Cristo, a ser sus hijos, a seguir un camino nuevo de salvación” (Cf. Ef 1)
El Evangelio de la Anunciación refuerza la grandeza de lo débil: una mujer sencilla, sin ninguna pretensión, conoce bien la Sagrada Escritura y está disponible para engendrar una nueva humanidad, según los designios de Dios.
Eva se fio de la serpiente para ser superior a Dios. La actitud de María es diferente, aclara sus dudas y se fía de Dios para ser su esclava, para estar a su servicio: “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí, según tu palabra” (Lc 20, 38).
El sí de María abre las puertas a Dios para que pueda entrar en la historia humana. Dios encomendó a María una difícil y gran misión que Ella llevó a término fiándose de Él. También Dios cuenta con cada persona, con cada una de nosotras, para colaborar en su plan de salvación. Procuremos estar abiertas y disponibles en la misión que se nos pida. ¡Feliz día de la Inmaculada!
Hermana Dolores Perales, dominica de la Anunciata