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BUSCAD EL REINO DE DIOS PRIMERO – Martes 19 de Mayo

19 mayo, 2020

Festividad de San Francisco Coll · 19 de Mayo de 2020

En el evangelio de hoy Jesús nos recuerda que los que busquen primero el reino de Dios, se les dará todo lo que necesitan. En nuestra vida, nada es más importante que buscar el reino de Dios. Este mensaje es urgente para todas las generaciones. Jesús quiere recordarnos que sólo Dios está por encima de todas las cosas.

Jesús también nos enseña a confiar en Dios y en su providencia. Confiar en Dios es buscar el Reino de Dios y su justicia. Buscar el reino de Dios es escuchar las palabras de Dios y hacer su voluntad, y también vivir en una relación íntima con Dios. Jesús es un ejemplo para seguir. Santo Domingo, el Padre Coll y nuestras siete hermanas mártires, atestiguaron, vivieron y buscaron el reino de Dios por encima de todas las cosas.

Tú y yo, nos preguntamos, ¿cuáles son las cosas que buscamos? ¿Realmente, buscamos primero el Reino de Dios o buscamos algo más o a alguien más que el reino de Dios? Sabemos que el Reino de Dios es donde encontramos la presencia de Dios, también es lo que Dios prepara y nos da. Así que, si es lo que Dios nos da, ¿por qué no lo buscamos primero? ¿Es por el bien de la vida, por las cosas que nos preocupan mucho?  ¿Olvidamos que el valor más valioso es buscar su Reino? Jesús nos recuerda que no nos preocupemos y que confiemos en él, porque él siempre nos ama y nos cuida.  Entonces, ¿por qué no podemos confiar plenamente en él?  Tal vez, todavía no confiamos en el amor de Dios y su providencia, por lo que en nuestras vidas, llevamos muchas cosas de las que nos preocupamos.

Se puede decir que la preocupación es una enfermedad común para todos. Jesús simpatiza con las personas que se preocupan, por eso nos enseña con su vida,” no os preocupéis, sino confíen en la providencia de Dios» a través del Evangelio de Lucas 12,22-34. Jesús, lo menciona en su enseñanza, para hacernos reflexionar, porque Él sabe y siente profunda simpatía hacia nuestras preocupaciones. En nuestras vidas, ¿cuáles son las cosas por las que nos preocupamos? Tal vez hay muchas cosas que preocupan en nuestras vidas. Para los ancianos, sus preocupaciones son  sus familias, los niños, la salud, etc. Las preocupaciones de los jóvenes, son sus estudios, su decisión de casarse o entrar en el convento, o muchos de ellos se preocupan por la forma financiarse, de ganar dinero para sus vidas, o por su belleza, envejecer, etc… ¿Y los religiosos? También tenemos nuestras propias preocupaciones. Podemos tener preocupaciones diferentes a las de los demás, por ejemplo: nos preocupamos por la misión de la Congregación, la vida de la comunidad, la falta de vocaciones, la formación de las jóvenes, los pobres, etc…  En este momento, todo el mundo, todos nos preocupamos por la Pandemia Covid-19.  Ahora, hay miles y miles de personas infectadas y muertas. Las familias se preocupan por sus miembros que están aislados y carecen de comida, etc… Para resolver estos problemas, Jesús nos muestra el camino cuando dijo a los discípulos «No os preocupéis por vuestra vida y por lo que vais a comer, ni por vuestro cuerpo y por lo que vais a vestir… mirad los cuervos y las flores, son la especie más insignificante, pero mirad cómo Dios los cuida, cuánto más somos nosotros los humanos siendo que él creó y amó, nos cuida y nos ama más que estas especies». Tenemos un padre bueno y cariñoso que siempre nos ama y nos provee de lo que necesitamos, ¿qué más estamos buscando? La respuesta es porque «tenemos poca fe». Como seres humanos, realmente no estamos confiando completamente en Él. Nos preocupamos por muchas cosas. Muchas veces, no le damos espacio para que se preocupe de nosotros. No le dejamos entrar en nuestras vidas para que pueda compartir con nosotros nuestras preocupaciones.

Oh Señor, en nuestras vidas sin ti no podemos hacer nada, todo lo que nos esforzamos se vuelve inútil. A través del Evangelio de hoy, tu palabra nos enseña y nos recuerda que no nos preocupemos, sino que confiemos en tu providencia, pero ante todo, debemos buscar tu reino y todo sigue. Enséñanos, Oh Señor, que nadie ni nada sea más importante que Tú, porque tú eres nuestro tesoro.  Nos gustaría poner nuestros corazones en tus manos, durante el tiempo en que vivamos, bajo tu amor y cuidado, que es el momento en que encontremos la paz y la felicidad dentro de nosotros mismos.

Tran Thi Hong Thach

Ho Chi Minh – Vietnam