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BOLETÍN 17- JPIC

1 octubre, 2014

EDITORIAL

¿Existen las guerras justas, la Guerra Santa?…

Preguntémoslo de otra manera: El Dios de la vida, el Padre amoroso de todos los hombres, el Dios de la paz ¿Puede querer que unos hijos maten a otros hijos, invocando no sé qué derechos de tierra, de petróleo, de dólares, de distintas posesiones, de poder? O lo que es peor: invocando la “verdadera religión,” lugares Santos, aunque por ellos haya caminado Jesús y en ellos Yahve haya entregado a Moisés la Ley y haya elegido allí su Pueblo o….Mahoma predicara el valor supremo del Islam?

No sé si dentro de unos meses habrá cambiado el panorama internacional, pero hoy ¡cuántos frentes! Palestina e Israel y sus matanzas a civiles, niños incluidos (aunque hayan hecho un alto al fuego indefinido, pero no definitivo), Ucrania y los independentistas prosoviéticos, enzarzados en una guerra civil en la que no se ve el final del conflicto, más parece que regresamos a la “guerra fría” entre potencias, mientras el pueblo se está matando y peor si hay intervenciones foráneas.

Siria e Irak con las nuevas fronteras del Estado Islámico fundamentalista que tantas atrocidades está cometiendo con su Yihad asesinando, violando, expulsando de hogares y pueblos a los que no creen ni aceptan lo que ellos imponen. Y que, cosa significativa y peligrosa, está teniendo tantos adeptos entre los jóvenes occidentales.

Y qué decir en bastantes países africanos, con asesinatos gratuitos ya sean por fundamentalistas o posiciones étnicas o machistas. Un sinsentido que nos abruma. No ha sido ese el deseo de Dios al crear al hombre, quiso que fuera feliz. Jesús vino a instaurar un Reino de justicia, amor y paz.

Y Alá, que entre sus noventa y nueve nombres y preceptos, podemos ver “El más misericordioso”, el “Comprensivo”…