NOTICIAS

BIENVENIDA A PARAGUAY – COLEGIO MADRE ROSA SANTAEUGENIA

7 septiembre, 2014

Apreciadas H. Justina González Albir, Delegada General de Educación de las Hnas. Dominicas de la Anunciata, H. Andrea Iturbe, Delegada Provincial de Educación de la Provincia Santa Rosa de Lima, directivos, maestros y alumnos de esta Institución. Tenemos hoy el honor y el placer de darles la más cordial bienvenida a tan distinguida visita en nuestra casa de estudios.

Nuestra querida tierra guaraní, y específicamente, esta República de Luque, ha sido enormemente bendecida y favorecida con la presencia de las hermanas Dominicas de la Anunciata desde hace unos años, quienes  siguen avivando el fuego apostólico encendido por su fundador, el Padre San Francisco Coll.

Pasaron los años, la semilla creció, se multiplicó y dio fruto. La esperanza del Padre Coll no ha sido defraudada. Sus hijas, las Dominicas de la Anunciata, continúan hoy la misión de anunciar el Reino y ampliar su acción a diversas necesidades del mundo actual, siguiendo el ideal misionero: “Anunciar el mensaje de salvación a todos, especialmente a los niños y jóvenes…” e “iluminar con la sana doctrina principalmente a través de la educación”.

Los niños y jóvenes de este Colegio contamos con la gracia de tener como ejemplo a nuestro querido Padre San Francisco Coll, un hombre de fe, un cristiano dispuesto a seguir los pasos de Jesús y anunciar el mensaje del Evangelio a todos sin distinción. Al principio de la fundación tuvo que pasar por muchas dificultades, pero a pesar de ello, vivió con la mirada puesta en el cielo y, siempre tenía en su boca las palabras: “Al cielo, al cielo, al cielo” “A la vida eterna, eterna, eterna”.

Quizás, una de sus frases más resaltantes y, que de pequeños la hemos aprendido de boca de hermanas y profesores fue esta: “Una luz enciende otra luz, un fuego otro fuego”. San Francisco Coll fue una luz y un fuego que encendió otros fuegos e iluminó el corazón de hombres, mujeres, ancianos, niños… que tenían dormida la fe.

Un fuego que supo mantenerse y crecer lleno de amor, paz y reconciliación en el corazón de todos, es por eso que nosotros aceptamos el reto de buscar siempre caminos nuevos en la educación y en la misión; irradiando alegría y fe, llevando esperanza y consuelo a un mundo sediento de la Palabra que da vida, luchando por la justicia y la solidaridad.

Hoy damos gracias Dios porque este fuego está ardiendo aquí en nuestra tierra. La fidelidad de las hermanas, la dedicación y el testimonio de nuestros profesores, la forma de ser y de actuar de nuestros compañeros lo reflejan. El testimonio de vida de San Francisco Coll nos anima y acompaña. La llama que llegó hace unos años ha ido expandiéndose por nuestras familias gracias a la fidelidad de profesores como de hermanas a la misión que se les ha confiado. 

San Francisco Coll nos ha dejado un legado maravilloso: el amor a la Virgen María. Como nos cuentan sus biógrafos:  “de tierna devoción, se lo veía siempre con el rosario en las manos. ¡Oh Rosario! Tú eres mi libro breve, ¡Mi libro y mi todo!” repetía. Y a las hermanas se dirigía diciéndoles: “Les digo hermanas ¿Qué será lo que no lograrán o si habrá alguna gracia que no alcanzarán rezando el Rosario? Estoy seguro que no, si lo rezan como corresponde. ¡Recen, recen con viva fe!…”

Son muchos los desafíos que se nos presentan como Institución religiosa: los jóvenes de hoy seguimos teniendo sed. Sed de un amor que no se acabe, sed de la verdad y, aún sin que sepamos, sed de Dios y necesidad de sentido para nuestra vida. Como San Francisco Coll queremos cimentar nuestra vida en: Escuchar, Contemplar y Entregarnos como María en la Anunciación.

El mundo necesita de jóvenes valientes que enciendan el fuego del amor de Dios en la casa, en el Colegio y en la sociedad y que siga perdurando hoy y mañana como ayer. Jesús nos invita y desafía a seguir sus pasos, como lo hizo nuestro Padre Coll y tantas hermanas que han seguido su ejemplo.

Gracias hermanas! Gracias por este regalo tan grande. Por permitirnos disfrutar de su presencia entre nosotros. Deseamos que se encuentren bien con y entre nosotros, en esta que es nuestra casa, nuestro Colegio, el MRS como le llamamos cariñosamente, y del que nos sentimos orgullosos de formar parte.

Rogamos al Dios Todopoderoso que siga bendiciéndonos por intercesión de nuestra Madre, nuestra Señora, María de la Anunciación y de nuestro querido Padre San Francisco Coll y, nos ayude a encender el fuego de su amor en los corazones de todos. Jesús nos había dicho “Pidan al dueño de los sembrados que envíe operarios a su míes” Por eso, de una manera especial le pedimos ahora, que bendiga a esta Congregación con nuevas hermanas. Jóvenes que entreguen su vida totalmente a Dios, al servicio de los demás en esta Congregación. Las necesitamos!!!

Muchas gracias             

                                 Alumnos del Colegio