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MISIÓN DE LA FAMILIA DOMINICANA EN LAS COMPAÑÍAS:

Si bien, entre los meses de enero y febrero, la comunidad educativa toma unas merecidas vacaciones, las Hermanas Dominicas de la Anunciata y el Equipo de Voluntariado, especialmente en el mes de enero, desarrollaron diversas actividades que permitieron vivenciar y renovar nuestra fe.

Durante el 14 al 22 de enero de 2017, parte del Equipo de Voluntariado en conjunto con las Hermanas, participamos de la Gran Misión en Las Compañías que organizaba la Familia Dominicana (FADO). Durante este tiempo de misión cada uno de nosotros, participó activamente en las diferentes actividades que se desarrollaron: visitas a casas, bendición de hogares, actividades de servicio a los misioneros, participación en talleres de formación y celebración de la Eucaristía, entre otras.

Valoramos la acogida y el tiempo compartido con la gran Familia Dominicana, que permitió empaparnos del mensaje de Jesús y, aún más, del carisma dominicano.

El compartir con la gente del sector de Las Compañías, permitió descubrir a muchos “Cristos”: el enfermo, el abandonado, el optimista, el esperanzado, el feliz… que muchas veces, por nuestro trabajo y trajín, no logramos reconocer. El vivenciar este tiempo, especialmente con las personas más humildes y sencillas, ha permitido que logremos “Renovar nuestra fe y esperanza”.

Argentina y Chile, unidos por San Francisco Coll

Paralelo a la Misión de Las Compañías y por aproximadamente 4 semanas, otro grupo del Equipo del Voluntariado, tuvo la grata misión de visitar, compartir y acompañar, por segundo año consecutivo, a nuestras queridas hermanas mayores de La Anunciata en la Casa Provincial de Buenos Aires y la casa de la comunidad de Turdera, en la Provincia de Buenos Aires.

Durante este gran tiempo de gracia y bendición, nuestras voluntarias, pudieron fortalecer la misión, vida y fe compartida con nuestras Hermanas Argentinas, poniendo a su disposición su tiempo, sus dones y trabajos.

Cada una de las voluntarias pudo descubrir, que a pesar del silencio y lo cansino de sus vidas, las Hermanas Mayores son un gran testimonio de fe y alegría; de esperanza y valentía, de trabajo y sabiduría. ¡Gracias Hermanas por su vida entregada a la misión y evangelización, haciendo vida el amor y compromiso con la Anunciata!