75 AÑOS DE PROFESIÓN RELIGIOSA
Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Anunciaré su fidelidad por todas las edades.
La comunidad de hermanas Dominicas de la Anunciata de Roma se ha vestido de fiesta para celebrar el gran regalo de Dios a la Hermana Amparo Estrada: 75 años de FIDELIDAD, de AMOR incondicional, de ALEGRÍA vivida en fraternidad al servicio de los demás, de una vida vivida en plenitud.
Una fiesta tan sencilla como solemne, repleta de gestos y detalles comunitarios: preparación de la Iglesia con una finura extraordinaria, velas recordando los 75 años, diseñadas para esta ocasión, folletos bien motivados. Laudes y Vísperas solemnes, regalos…
En el centro, la Eucaristía, el gran signo de la Vida hecha entrega y verdadero nombre de la FIDELIDAD, la garantía y fuerza para seguirle 75, 80, los que Él disponga. “Hágase en mí según tu Palabra”.
La Eucaristía ha estado presidida por Fray Miguel Ángel del Río, Vicario del Maestro de la Orden, y concelebrada por Fray César Valero, dominicos. y los dos capellanes de la comunidad.
Con estas palabras, que han marcado la atmósfera del día, se dio comienzo a la celebración eucarística: “H. Amparo, nos llena de gozo celebrar contigo los 75 años de Profesión Religiosa. Es un día de acción de gracias a Dios por tu entrega a la causa del Reino en nuestra Congregación, como Dominica de la Anunciata. Un día de Gracia y Bendición para ti, para nuestra comunidad y Congregación y para todos los que hoy nos acompañan”.
Hemos tenido la alegría de contar con la presencia de la Hermana Ana Belén Verísimo, Priora general y también de las Hermanas Joaquina Castaño y Mª Natividad Martínez. Nos han acompañado nuestras hermanas Dominicas Misioneras de Santo Domingo y algunas amigas y bienhechoras cercanas a la comunidad.
Una comida fraterna, íntima y festiva, ha completado este encuentro de agradecimiento al Señor y fortalecimiento de nuestro deseo de permanecer fieles hasta la muerte, signo verdaderamente profético en nuestros días.
Gracias, Hermana Amparo, por tu fidelidad. Contigo reconocemos que el Señor ha hecho grandes obras en ti y, contigo y por ti, estamos alegres.
Roma, 21 de septiembre de 2018
