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COMENTARIO AL EVANGELIO SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO 2023

6 junio, 2023

El Santo Sacramento del cuerpo y de la sangre de Cristo

Evangelio: Juan 06,51-58

«Yo, soy el pan vivo, que ha bajado del cielo: Si alguien come de este pan vivirá eternamente. El pan que daré es mi carne, para que el mundo tenga la vida. »

El sacramento del cuerpo y de la sangre despierta en nosotros el deseo de recibir a Jesús.

La realidad profunda del pan se transforma en la sustancia misma de Jesús Cristo.

Antes de la consagración, bajo la apariencia del pan, hay pan; después de la consagración, bajo sus mismas apariencias, el tamaño de la hostia, su gusto, sus propiedades nutritivas quedan las mismas y hay Jesús Cristo en persona, su cuerpo, su alma, su humanidad y su divinidad.

Aquí está el misterio de nuestra fe.

La palabra de Dios se realiza y da la significación a esta palabra: (el que come mi carne vivirá eternamente); y es Jesús, Cristo, palabra hecha carne.

Así, durante la consagración el cura implora el don del espíritu sobre el pan y el vino cambiados en cuerpo y sangre de Jesús Cristo.

Que ese mismo Espíritu cambie nuestros corazones de piedra en corazones de carne; entonces nosotros, que tenemos parte del mismo pan, formaremos realmente un mismo cuerpo en la caridad.

Para nosotros, la Eucaristía se convierte en un camino de Amor hacia Dios, el padre, él que nos da su cuerpo y su sangre en comunión para la salvación del mundo.

En este día de la festividad del santo sacramento, el Evangelio nos recuerda la palabra de Jesús dicha hecha carne para dárnosla como alimento.

Tenemos verdaderamente que alimentarnos de la palabra de Dios y del pan sacramental en esta doble dimensión, la eucaristía es necesaria para bautizarnos; podemos encontrar a Jesús en su palabra y en su pan sacramental; es posible también encontrarlo a través del rezo y de la adoración.

La eucaristía se entiende como acción de gracia.

Es un memorial, vivido el jueves santo, dónde Jesús se ofrece como alimento para la vida de la humanidad.

Que esa festividad del cuerpo y de la sangre de Cristo, nos energice en nuestra vida cristiana.

“Para que nos transformemos en lo que hemos recibido: el Cuerpo de Cristo.

Hermana Adèle Nacoulma
Comunidad de Valras-Plage (Francia)