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COMENTARIO AL EVANGELIO DEL VI DOMINGO DE PASCUA CICLO C 2022

20 mayo, 2022

En este sexto domingo de Pascua, año litúrgico C, los textos presentados para nuestra meditación nos invitan a la alegría. Y esto está bien expresado en la antífona inicial: «Con gritos de alegría, difundid la noticia, llevadla hasta los confines de la tierra: el Señor ha liberado a su pueblo, aleluya».

De hecho, en la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles, el Espíritu Santo y los Apóstoles, en el primer concilio de la Iglesia, deciden abrir el acceso a Jesucristo a los conversos gentiles, sin someterlos a la ley judía. Siguiendo el ejemplo de esta primera comunidad, el Señor nos interpela sobre nuestras reacciones ante los hermanos que no piensan como nosotros, que no vean el mundo a nuestra manera, que tienen hábitos y comportamientos diferentes a los nuestros. ¿Los aceptamos?

En la segunda lectura, San Juan, en su Apocalipsis, describe la Ciudad Santa -Jerusalén- edificada sobre los Apóstoles y abierta a los cuatro puntos del horizonte. Esta ciudad santa «brillaba con la gloria de Dios, tenía el brillo de una piedra preciosísima, como el jaspe cristalino» (Ap 21, 11). (Apocalipsis 21:11). San Juan nos recuerda que la nueva Jerusalén es un pueblo santo, abierto a los cuatro puntos cardinales, es decir, un pueblo universal y católico.  Además, Cristo dio a sus Apóstoles la misión de reunir a este pueblo santo en la unidad. En este día, el Señor nos hace estas preguntas: ¿Estamos a favor de la Iglesia? ¿Nos apasiona la unidad? ¿Vivimos en unidad en la comunidad y fuera de ella?

En cuanto al Evangelio, tomado de San Juan, el Señor nos da su paz enviando al Espíritu Santo por medio de su Padre. Este Espíritu ayudará a la Iglesia a entender las palabras de Jesús. Así, los cristianos podrán permanecer en paz, a pesar de todas las convulsiones que el mundo y la Iglesia experimentarán, si permanecen fieles al Evangelio. Este Evangelio les enseñará a ponerlo en práctica, día tras día. ¿Cómo vivimos el Evangelio en nuestra vida cotidiana? ¿Soy un instrumento de paz en la comunidad?

Que, por la intercesión de la Virgen María y de San Francisco COLL, hagamos nuestras estas palabras de este domingo y que la alegría del Señor sea nuestra.

Hermana AHOUSSI Martiale Isabelle,

comunidad de Abidjan, Costa de Marfil.