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COMENTARIO AL EVANGELIO FESTIVIDAD DE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO

19 noviembre, 2019

Lc 23, 35-43

En la Solemnidad de Cristo Rey, es muy bueno que el evangelio nos muestre una escena de Jesús en la cruz, que padece y sufre en los momentos de su agonía, burlas y demás escarnios, que le inflige los soldados y personas que allí están presentes, incluida la jerarquía religiosa. El trono de Jesús es la cruz. Cruz a la que llegó por un exceso de amor y servicio.

Todavía hoy es muy necesario separar a la persona de Jesús, la celebración de esta fiesta, de cualquier imagen, sentimiento o práctica que nos lleve a comprender su vida y misión entre nosotros, como la de un rey. Decir “rey” nos puede lleva a insinuar distancia, poder, privilegio, a menudo paternalismo…  Jesús incluso se distanció de lo que al principio esta imagen de rey podría despertar en nosotros, cuando les dijo a sus discípulos: “Ustedes saben que los gobernantes del pueblo los están tiranizando y los poderosos los están molestando. Pero no puede ser así entre ustedes (Mt 20: 25b-26).” Jesús tiene poder, por supuesto que lo tiene, pero su autoridad es el servicio.

Y ya que hablamos de Rey, también hay que hablar del “reinado de Dios”, expresión  muy usada en el judaísmo de aquel tiempo. Un lenguaje simbólico que Jesús utilizó, porque procedía de una determinada experiencia y por supuesto, de la comprensión judía, pero que se fue matizando de una forma muy particular.

Jesús fue diferente de todos aquellos reyes romanos opresores. Él cambió la historia y suscitó resistencia y esperanza a todo un pueblo que sufría la esclavitud. Y esta proclamación, situada en su contexto histórico, conllevaba necesariamente una carga de crítica respecto a la teología vigente, que sacralizaba las estructuras del imperio romano, que absolutizaba la pax romana y divinizaba al emperador. Esta teología se encontraba por todas partes: en las monedas, en las inscripciones, en los monumentos en las festividades… decir que Jesús es rey deslegitimaba al imperio y eso no les podía dejar indiferentes.

cruz-cristoJesús hablaba de un reinado en el que los últimos del mundo son los primeros. Un reinado que prefiere a los publicanos y a las prostitutas, antes que a los doctos letrados y los puros fariseos. Un reinado sin tronos, sin palacio, sin ejército, sin poder. Un reinado de viudas pobres, de samaritanos y samaritanas heridas por el camino. Un reinado que acoge, cuida y dignifica la vida, sea cual sea el país de origen. Donde todos tenemos cabida, sea cual sea el color u orientación sexual, donde compartimos pan, fe y vida, sea cual sea la religión.

La corrupción, la mentira, la turbiedad, el descaro nos ahogan y son ya intolerables. Vivimos en una época de sospecha hacia las instituciones que nos representan, hacia la cultura de referencia, hacia la sociedad que nos constituye y hacia las religiones que nos personifican. Pidamos a Jesús, que nos inspire a cultivar un mundo honesto y transparente, donde no se discrimine al pobre, al oprimido, al marginado, al diferente, “un mundo sin más lágrimas negras”.Ildete

Que nuestros líderes sepan dialogar, que respeten la diversidad, que la compasión infinita sea el horizonte de sus proyectos y que antepongan el bien común al individual. Que sepamos vivir este proyecto de Reino, donde el “Rey” es un Dios de misericordia.

Ilumina nuestros corazones Señor, para que todas podamos participar de este Espíritu común y seamos capaces de pasar del “yo y ellos” al “nosotras”, sintiéndonos así, participes de lo que dijo Jesús al ladrón: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.”

Hermana Ildete Magalhaes